Dalia, una artista de mosaicos apasionada por la sostenibilidad lleva reutilizando materiales mucho antes de que se pusiera de moda. “Llevo más de 35 años reciclando con entusiasmo, mucho antes de que se convirtiera en una ‘tendencia’.”

Durante más de una década había estado usando otras plataformas, siempre en busca de piezas de cerámica para transformar. Pero fue durante los años del Covid cuando su camino creativo tomó un giro lleno de color.
“Estaba recogiendo unas cerámicas no deseadas de una persona habitual y me mencionó una nueva app, Olio. Me la descargué en cuanto llegué a casa… y no he mirado atrás desde entonces.”

En los últimos cuatro años, Dalia ha conectado con más de 450 personas a través de Olio, y no solo para recoger cosas. Algunas de ellas, dice, se han convertido en ‘habituales’ e incluso en amigas muy queridas.
“Ahora me guardan cosas. Lo llaman ‘la caja de Dalia’. Cosas que nadie más querría: tazas astilladas, figuritas rotas, bisutería antigua, incluso piezas de relojes o placas electrónicas. Saben que encontraré una forma de usarlas. ¡Y lo hago!”

En sus manos, estos objetos ‘basura’ renacen en mosaicos que brillan con historia, color y personalidad. Utiliza de todo, desde loza rota hasta lentes de cámaras antiguas y piezas de juguetes mecánicos. “Hasta el ojo de esa escultura del ‘hombre pájaro’ está hecho con una lente.”

La misión de Dalia es sencilla: convertir cerámica no deseada en arte y dar nueva vida a tesoros rotos. Pero para ella, no se trata solo de los materiales. Se trata del placer del proceso y de los momentos humanos inesperados que surgen en el camino.
“A veces hago largos viajes en autobús por la ciudad para recoger una bolsa de cerámica y, sinceramente, me emociona. ¡Casi bailo cuando las desenvuelvo en mi estudio! Y con algunas de mis personas habituales, he acabado sentada en sus cocinas, tomando una taza de té y teniendo una buena charla. Esos pequeños momentos significan mucho.”
Para Dalia, Olio es mucho más que una app: es una comunidad, una chispa creativa y un recordatorio de que incluso las cosas rotas pueden volver a ser hermosas.
Dalia cree que, al usar Olio, es posible transformar cerámica no deseada en arte, mientras se crean conexiones significativas y se ayuda al planeta.
¿Qué es lo que más te gusta de Olio?
“Es saber que el plato astillado o el reloj roto de alguien no acabará en un vertedero – acabará formando parte de algo hermoso que durará décadas. Ese esfuerzo compartido por salvar el planeta, de una forma tan alegre, no tiene precio.”
Si te interesa el arte de Dalia, echa un vistazo a su tienda en Etsy.