A nadie le gusta desperdiciar comida. De hecho, investigaciones realizadas por Olio descubrieron que una de cada tres personas se siente «dolorida físicamente» cuando tiene que tirar comida en buen estado. Estos son nuestros consejos para reducir el desperdicio de alimentos en tu casa.
1. Compra con una lista
Las personas suelen pensar que hacer una «gran compra» es una forma más económica de comprar comida. Y comprar en grandes cantidades sin duda puede resultar más barato, pero ¿estás comprando más de lo que necesitas? Si es así, no estás ahorrando nada de dinero. En cambio, intenta comprar solo lo que puedas usar antes de tu próxima visita al mercado. Esto podría significar hacer un par de visitas más pequeñas al supermercado a mitad de semana en lugar de una gran compra, o ir a tiendas locales más pequeñas.
2. Aprende a encurtir y conservar
Si te encuentras con un exceso de frutas o verduras que sabes que te costará comer antes de que se dañen, guarda una porción para hacer un encurtido, fermentar o conservar. Son excelentes regalos caseros, son agradables de ver en la cocina de tu casa y los alimentos encurtidos o fermentados también tienen muchos beneficios para la salud.
3. Comparte lo que no uses
Cualquier cosa que aún esté en su empaque se puede donar a tu banco de alimentos más cercano para las personas que no tienen suficientes alimentos. Haz clic aquí para encontrar el punto más cercano. Otra opción es compartir todo tipo de productos (¡siempre y cuando estén frescos y comestibles!) en Olio. La mayoría de los alimentos se solicitan en un plazo de media hora después de haber sido listados por un amable vecino que vendrá a recogerlos.
4. Planea tus comidas para la semana
Llegar al supermercado y tratar de averiguar qué comprar es una receta para el desastre: siempre terminamos deslumbrados por las ofertas y nos llenamos de cosas que finalmente no usamos. Antes de salir al mercado, planea las comidas que piensas hacer durante la semana y enumera los ingredientes. Luego, no te salgas de la lista: será más económico y generará menos desperdicio.
5. Organiza mejor tus alimentos
Muchos de nosotros tenemos cocinas llenas de comida, pero sentimos que necesitamos ir de compras. La mayoría de las veces esta es una situación en la que los árboles no dejan ver el bosque, con tesoros olvidados enterrados detrás de latas, paquetes y frascos en nuestros armarios, refrigeradores y congeladores. Dedica algo de tiempo a organizar tu comida y a etiquetarla para que, cuando le des un vistazo, puedas ver al instante lo que tienes. De esa manera, puedes preparar una comida con lo que hay allí, acompañándola con un par de ingredientes y listo.
