De combatir el desperdicio de alimentos a la amistad

Beverley descubrió Olio por primera vez durante el verano de 2022, cuando estaba sin trabajo y el dinero escaseaba un poco. Para noviembre, estaba ansiosa por retribuir y se convirtió en una Heroína Recolectora de Alimentos, recogiendo alimentos excedentes dos veces por semana para compartir con su comunidad local. Por esa época, también comenzó a ser voluntaria en una cafetería que, al igual que Olio, se enfoca en rescatar alimentos del desperdicio.

Conocí a tanta gente encantadora a través del voluntariado, incluyendo a Wendy, que también era una Heroína Recolectora de Alimentos, y a Helen, quien recogía comida de mí regularmente. A pesar de trabajar a tiempo completo, Helen pronto decidió unirse a nosotros como voluntaria de Olio también. Lo que comenzó como un esfuerzo compartido para reducir el desperdicio de alimentos rápidamente se convirtió en una amistad muy cercana.

Aquí hay una foto de nuestra primera salida juntas en una cafetería local con una filosofía similar a la de Olio. Se dedican a rescatar alimentos excedentes y a retribuir a la comunidad.

Beverley, Helen y Wendy se apoyaron mutuamente, tanto a través de Olio como en la vida cotidiana. De hecho, Beverley y Wendy fueron invitadas recientemente a la boda de Helen, lo que demuestra cómo su amistad ha crecido más allá de simplemente compartir comida.

Es increíble pensar que, a pesar de vivir a menos de dos millas de distancia entre nosotras, tal vez nunca nos habríamos cruzado de no ser por Olio.

Beverley ha conocido a muchas personas en su comunidad a través de compartir en la aplicación. Uno de sus solicitantes habituales la contactó recientemente después de estar en el hospital, diciéndole cuánto extrañaba sus conversaciones y que estaba ansioso por volver a verla. Cuando finalmente pudo volver a pasar, charlaron y Beverley se sintió agradecida de poder apoyarlo con la comida que recoge y comparte.

Olio no solo me ha ayudado a reducir el desperdicio, sino que ha traído mucha bondad a mi vida. Tengo innumerables historias de generosidad y conexión — ¡tantas que podría escribir un libro sobre ellas! Y cada acto de bondad que recibo me inspira a transmitirlo a los demás.

Olio me ha dado mucho más de lo que esperaba: me ha traído amistad, apoyo y la oportunidad de hacer una verdadera diferencia en mi comunidad local. Por eso, siempre estaré agradecida.

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El espíritu comunitario: conocer a personas que nunca habrías conocido de no ser por Olio y ver el mundo desde una perspectiva más amable.

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